Después de 16 años del acuerdo global para hacer frente al cambio climático en el protocolo de Kyoto, Estados Unidos intenta jugar su parte. Esto, porque el Presidente Barack Obama anunció ayer un ambicioso proyecto -que no necesitará la aprobación del Congreso- que prevé la reducción de la emisión de gases contaminantes y la paulatina reconversión de la industria norteamericana hacia las energías alternativas. Se trata de la mayor iniciativa presentada hasta la fecha por un mandatario para contener los efectos del cambio climático.
En una conferencia en la universidad de Georgetown, el jefe de gobierno dijo que “los estadounidenses en todo el país ya están pagando el precio de la inacción”. “Me niego a dejar a nuestra generación y a las generaciones que vienen un planeta sin solución”, añadió.
El proyecto incluye la fijación -por primera vez- de límites a la industria contaminante y la promoción, mediante ayuda financiera y otras facilidades para operar en suelo público, en cuanto a producción de energía eólica y solar, con el fin de suministrar energía mediante estas fuentes a seis millones de hogares en 2020.
Según el diario The New York Times, se trata de una promesa tardía que Obama hizo al comienzo de su primer mandato, el de hacer frente a la amenaza del cambio climático y reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Será la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA) la entidad que fije, en coordinación con las autoridades de los estados y de la industria afectada, límites estrictos para la emisión de dióxido de carbono y otros gases contaminantes que se aplicarán a partir de junio del próximo año y, como máximo, en junio de 2015 para las empresas productoras de energía ya en funcionamiento. En el caso de las futuras plantas generadoras de esos gases, las normas entrarán en vigor desde el próximo mes de septiembre.
El corresponsal medioambiental de la BBC, Roger Harrabin, señaló que no quedó claro cuán estrictos serán esos límites.
El objetivo, según han informado fuentes de la Administración al diario español El País, es reducir la emisión de gases de efecto invernadero para 2020 en un 17% con respecto a los niveles de 2005. Para ello, entre las medidas previstas, se encuentran la de imponer niveles inferiores de contaminación a los camiones y grandes vehículos que se fabriquen a partir de 2018, así como el establecimiento de similares controles sobre edificios y electrodomésticos para que reduzcan a la mitad sus niveles actuales de contaminación antes de 2030. El Pentágono, que es el mayor consumidor de energía del país, tendrá igualmente que adaptar sus bases y sus vehículos a los nuevos estándares.
Respecto a la construcción del oleoducto Keystone, que llevaría petróleo sin refinar desde Canadá hasta el Golfo de México, el mandatario dijo que su gobierno aprobará la construcción de la siguiente fase sólo si una evaluación en curso determina que éste favorece a “los intereses nacionales” y, especialmente, no agrava la contaminación ambiental.
Para Harrabin, el anuncio de ayer podría ser un comienzo. Siempre cuando “Obama esté dispuesto a imponer medidas extras en unos pocos años y si sus políticas no son revocadas. El anuncio de ayer puede ayudar a Estados Unidos a alcanzar las metas de emisiones de gases hacia 2020”.
Fuente/ La Tercera
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