Agricultores dicen que se perdieron 4.700 puestos de trabajo por sequía en la región, y que no habrá riego para 30.000 ha
En medio de un campo en el Valle de Elqui, un cartel llama a los vecinos a una reunión para «solucionar problema de agua de riego». El letrero está ahí hace meses, resquebrajado por el sol. Algo parecido pasa en los campos de miles de agricultores de la Región de Coquimbo, quienes no ven mayor solución a la sequía que cortar sus plantaciones.
De esa forma, explican, el requerimiento de líquido es mínimo y los árboles se pueden recuperar en unos pocos años. Y aunque el Gobierno ha destinado para la zona -declarada en catástrofe hasta agosto de 2014- más de $30 mil millones en decenas de medidas de apoyo, el clima no da tregua.
Así lo demuestra un análisis hecho por el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, en un documento que indica que «se plantea una situación crítica en cuanto a la disponibilidad del recurso hídrico para la próxima temporada estival».
Ello, pues las precipitaciones invernales, que se concentraron en mayo, fueron débiles e insuficientes para superar los déficits. Datos de la Dirección General de Aguas muestran que el déficit de lluvia en La Serena está en 57%, 11% en Ovalle y 39% en Illapel.
«No se esperan más eventos importantes de precipitación que cambien el estado actual de sequía en la Región de Coquimbo», agrega el informe, donde se pronostica -con más de un 50% de probabilidades- una fase neutra de lluvias para los próximos 12 meses. No obstante, no descarta la posibilidad de un fenómeno del Niño muy débil.
Embalses al mínimo
Los ocho embalses de la zona enfrentan la nueva temporada de riego con un 9,5% de su capacidad máxima. En 2012, a la misma fecha (fines de agosto), había un 18,7% de agua acumulada.
El presidente del embalse de riego más grande del país, La Paloma, José Eugenio González, indica que apenas tendrán unos 40 millones de m {+3} para regar, cuando lo normal son 240 millones de m {+3} .
«Con la disponibilidad de agua que tenemos se va a perder del orden del 70 u 80% de las plantaciones existentes (30 mil ha). Esa es una realidad, y no vemos nada más que ser muy eficientes con el agua instalando geomembranas», afirma.
En el embalse Recoleta, también en la provincia de Limarí, su presidente, Luis Pizarro, asegura que la «situación es catastrófica. Hay que asumir. Los casi 10 mil productores agrícolas vamos a perder. Estamos absolutamente afectados y vamos a retroceder en el tiempo», añade. Entre el gremio de empresarios hay preocupación, pues además se está perdiendo mano de obra.
«El problema principal que detectamos, y que se sigue presentando, es que en los últimos 12 meses la provincia de Elqui ha dejado de ocupar a 1.700 personas. Otro elemento importante es que en relación al año 2010 hubo ocupadas 44.270 personas, y hoy tenemos a 39.570, es decir, se comprueba que hay 4.700 personas que ya no están siendo ocupadas en el sector agrícola, y que la tendencia es negativa», detalla Cristián Sáez, secretario ejecutivo de la Sociedad Agrícola del Norte.
Entre medidas urgentes, los dirigentes piden que se otorguen créditos a largo plazo con garantías de Corfo para poder recapitalizar a las pymes agrícolas, que hoy tienen cerrado el acceso a la banca. Además, que se condonen contribuciones y se entreguen subsidios para mantener la mano de obra.
Fuente/ El Mercurio
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