Protocolo de acuerdo establece que las centrales que utilicen biomasa quedarán exentas del tributo. Hoy, en Chile hay centrales que combinan carbón con biomasa
La combinación de carbón y biomasa, modelo comercialmente exitoso en el mundo y que permite reducir emisiones contaminantes, aparece como una opción para reducir los impuestos que pagarán las centrales termoeléctricas de acuerdo con el protocolo de la Reforma Tributaria.
Esto, pues según expertos la co-combustión en base a biomasa podría ser una buena alternativa tras la futura implementación de los impuestos verdes.
En el caso de E- CL, la compañía ha buscado implementar este sistema en las centrales Hornitos y Andina, ubicadas en la operación de Mejillones (US$900 millones) y cuya energía se destina principalmente a las minas Esperanza y Gaby.
Se trata de la tecnología denominada Lecho Fluidizado Circulante, que se refiere a su capacidad de usar un amplio rango de combustibles sólidos como carbón o biomasa.
Esta fórmula permite mejorar la eficiencia del proceso de combustión, reduciendo las emisiones de material particulado y gases, producto de una disminución en la temperatura de combustión en la caldera. Lo anterior asegura que ambas plantas cumplan con la nueva norma de emisiones decretada en Chile.
“Es una discusión técnica que perfectamente se puede generar en la industria con la llegada de los impuestos verdes, por ejemplo la utilización de biomasa que no genere contaminantes o disminuir las emisiones, que puede ser una buena salida”, comentó Alejandro Jadresic, decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez.
El modelo de co-combustión del carbón con biomasa es una Energía Renovable difundida en el mundo, especialmente en países como Dinamarca, Alemania y España. Cuenta con la aprobación del panel intergubernamental de las Naciones Unidas para el cambio climático y se encuentra inserta en la Política Energética Común de la Unión Europea.
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