-La Comisión de Medio Ambiente decidirá a partir de mañana si aprueba la indicación presentada por el Gobierno a la Ley de Protección de Glaciares, que deja sin protección a todos los macizos que se encuentran fuera de parques nacionales.
– La región de Aysén, hogar de emblemáticos glaciares en peligro, expectante ante la decisión que adoptará el legislador por la región e integrante de la Comisión de Medio Ambiente David Sandoval, manifiesto defensor de la actividad minera
Emblemáticos glaciares de todo el país pasarían a estar en peligro de concretarse la aprobación de la indicación gubernamental hecha a la Ley de Protección de Glaciares, que está siendo votada en la Comisión de Medio Ambiente y que solo aseguraría protección efectiva para los macizos emplazados dentro de Parques Nacionales, dejando el resto -más de un 30 por ciento de la totalidad(1)– a merced de los intereses mineros.
El medio regional El Divisadero hace referencia en un reciente artículo a la situación concreta de los glaciares Calluqueo y Cerro Castillo, que junto al resto de macizos emplazados en la cuenca del río Baker (región de Aysén), quedarían en una flagrante situación de desprotección.
La indicación presentada por el Gobierno de Bachelet, que dicho sea de paso ha incumplido completamente su compromiso con el resguardo de los macizos, solo establece la protección de actividades extractivistas de los glaciares que se encuentren dentro de los parques nacionales. Con respecto a los restantes, determina que sea el Estado el que decida, en un proceso que puede durar años y que implica la financiación de estudios, si las características de la reserva de agua dulce ameritan su protección, intertanto en el que el impacto de las actividades mineras sería irreparable.
Varios diputados comprometidos con la real protección de los macizos han hecho indicaciones que dan un giro de 360º a la referida, estableciendo que todos los glaciares del país sean considerados “reserva estratégica glaciar” y que sean las empresas interesadas en la explotación de su entorno las que financien los estudios para determinar una eventual desafectación y no al contrario.
El proceso de votación de las indicaciones se inició el pasado mes de junio y hasta el momento los legisladores han conseguido modificar dos puntos favorables; uno que amplía la protección al entorno del glaciar y no solo a la masa de hielo y otro que introduce el concepto de ‘preservación’ a los fines de ‘protección’ y ‘conservación’. A partir de mañana miércoles se reanudarán las votaciones y se develará el futuro de los macizos no emplazados en parques nacionales.
El Divisadero recoge las declaraciones de Sandoval, que demuestran su clara postura a favor de la intervención minera aunque provoque la afectación de glaciares:
“Yo no me imagino Chile sin actividad minera y la mayoría de los glaciares van a estar probablemente vinculados con efectos sobre la minería ya que todos están asociados a la alta montaña” indicó. Agregó que “entonces cómo somos capaces inteligentemente de legislar en el sentido de que esto no se transforme en una camisa de fuerza e impedir el desarrollo que tanto necesitamos como país, somos un país que todavía tiene muchas necesidades insatisfechas y que no puede darse el privilegio y lujo de empezar a ponerle candado a cada uno de sus atributos y potencialidades”.
El citado medio sostiene que “sus dichos contrastan con la Estrategia de Desarrollo Regional de Aysén, donde la minería no es una de las actividades priorizadas, compite con actividades sustentables como la agricultura y el turismo y tiene altos impactos ambientales como ha quedado demostrado con el caso de mina El Toqui en Alto Mañihuales. A esto se agrega que la recuperación de un glaciar es tan lenta que no puede ser considerado un recurso renovable por lo cual su destrucción significa perder millones de metros cúbicos de agua dulce.”
elciudadano.cl
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