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“Muchos productos de higiene personal tales como geles de ducha, exfoliantes faciales y cremas dentales contienen microesferas de plástico para efectivizar los procesos de limpieza. Sin embargo, a través de los sistemas de alcantarillado estas diminutas partículas acaban en el mar y pueden ocasionar graves daños a sus habitantes.”

Diminutas pero muy dañinas
Los científicos han demostrado que las microperlas son capaces de incorporarse a la cadena alimentaria de muchos animales (incluso a la del ser humano), pero como no resultan en absoluto “digeribles” y gracias a su tamaño, a menudo se acumulan en los sistemas digestivos de los peces, las aves y los mamíferos marinos.
Se ha encontrado todo tipo de plásticos dentro de los tractos digestivos de tortugas, aves marinas y ballenas, pero parece que nuestra basura plástica cuando acaba en los océanos, también puede afectar al plancton más diminuto, que es la base alimenticia de muchas criaturas marinas más grandes.
Un ejemplo de ello son los copépodos que se alimentan de ciertas especies de algas. Antes de ingerirlas utilizan receptores químicos y táctiles para discriminar lo que pueden comer y desechar lo que no y los investigadores han logrado filmar a uno de estos diminutos especímenes ingiriendo microperlas procedentes de los cosméticos.
Tras esta lamentable experiencia, han concluido que el problema estriba en que los volúmenes de basura plástica son tan enormes que están teniendo un profundo impacto en la vida silvestre y en los ecosistemas.
Se estima que ocho millones de toneladas de plástico se vierten en los océanos cada año causándoles problemas graves a quienes las ingieren o se enredan en bolsas y redes, pero además estos materiales liberan sustancias químicas potencialmente tóxicas, por lo que al alimentarse de ellas, terminan por envenenarse.
Por la prohibición
Canadá ha anunciado que tiene intenciones de vetar el empleo de microperlas en productos de cuidado personal y California es desde el año pasado el noveno estado de los EEUU en prohibir el uso de estas diminutas esferas.
En Europa se está recomendando a las empresas de cosméticos que interrumpan el uso de microperlas en sus productos de cuidado personal para fines exfoliantes y limpiadores, a lo cual parecen haberse comprometido a partir de 2020.
En lugar de ello, las empresas deben optar por el empleo de exfoliantes de origen natural como alternativas para reemplazar las microperlas, para lo cual hay varias propuestas, entre ellas la de decantarse por semillas y/o partículas biodegradables.
La recomendación es que se suspenda el uso de todo tipo de fibras sintéticas y partículas de plástico sólidas que no sean biodegradables en el medio marino, en los productos cosméticos que salgan al mercado a partir del año 2020.
El Sr. Loïc Armand, presidente de Cosméticos Europa sostiene que «al adoptar esta recomendación, Cosméticos Europa y sus miembros estarán abordando las preocupaciones del público y se comprometen a trabajar bajo un nuevo enfoque basado en la ciencia, para hallar una alternativa viable a la cuestión de las micro partículas de plástico.” Plazos que no convencen.
La noticia fue recibida con cautela por los grupos ecologistas, fervientes defensores del cambio y la abolición de las microperlas; muchos advirtieron ya que la fecha límite de 2020 les parece muy lejana.
El problema estriba en que estas diminutas gotas de plásticos son tan pequeñas que pasan a través de los diversos procesos de filtración del agua y acaban en el mar; se ha comprobado que los fragmentos de plástico ya representan una proporción significativa de la arena en las playas de todo el mundo.
Los científicos también encontraron un nuevo tipo de roca sedimentaria que se está comenzando a formar a partir de la mezcla de los diversos plásticos desechados, que se unen con arena y otros materiales en las playas y costas.
Aunque hay sitios donde los seres humanos no han podido llegar por que es imposible sumergirse a causa de las altísimas presiones (como es el caso de la Fosa de las Marianas), en las investigaciones con equipos de inmersión autónomos se ha comprobado que los desechos plásticos están presentes en zonas de gran profundidad.
Hasta en la sal
Es tan grande el impacto de las microperlas en las aguas oceánicas de todo el mundo, que se ha comprobado que en la sal de mesa de origen marino que se ​​vende en China hay trazas de plásticos, pero lo que más preocupa es que la presencia de estas partículas ya ha alcanzado lagos salobres y pozos, donde se encontraron cantidades significativas.
Shi Huahong, de la Universidad Normal de China Oriental en Shanghai y sus colegas descubrieron entre 550 y 681 partículas microplásticas por kilogramo de sal de mesa que se originó en el océano. Alarmados ante dicha comprobación sostienen que: “las microperlas son una amenaza real para los organismos debido a su pequeño tamaño y su capacidad para absorber los contaminantes orgánicos persistentes” y estiman “que es probable que la sal que se vende en otras partes del mundo contenga niveles similares de plásticos.”
ecoticias.com

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