La empresa busca extender el plazo para responder a las observaciones del sistema de evaluación ambiental, para estudiar con más profundidad una serie de materias solicitadas por la autoridad
Una solicitud para suspender el proceso de tramitación ambiental del proyecto de ciclo combinado a gas Nueva Era (510 MW), ubicado en Concón, ingresará la estatal Enap en los próximos días.
El plazo acordado para entregar la Adenda es junio, pero con esta solicitud la empresa busca extender al menos cinco meses -hasta octubre- esa fecha. La Adenda es la respuesta de la empresa al ICSARA, o Informe Consolidado de Solicitud de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones, que envía el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA). Por medio de la extensión del plazo, la empresa busca agregar y entregar información complementaria al Estudio de Impacto Ambiental (EIA), mediante la realización de campañas adicionales de flora y fauna en la zona del proyecto, un análisis de riesgo para la salud y otras evaluaciones asociadas al efecto de la iniciativa sobre el medio marino. Todos estos se realizarían durante los meses de invierno, comentan fuentes de la compañía. Agregan que estos informes requieren de más tiempo de realización y análisis, y que es necesario esperar los resultados antes de entregar las respuestas del ICSARA.
Nueva Era cuenta, a la fecha, con 323 observaciones por parte de los distintos servicios y autoridades, y otras 105 observaciones ciudadanas. Estas últimas fueron incorporadas por el SEA hace una semana, y la estatal buscará responderlas con detalle, al igual que el resto.
Según comentan conocedores, en las últimas reuniones que han sostenido miembros de Enap y los distintos servicios ligados al Gobierno -los encuentros han tenido como objetivo revisar las observaciones del ICSARA-, la autoridad le habría planteado a la compañía la necesidad de usar otras metrodologías complementarias a las que presentaron en el EIA. En este período de extensión del plazo, la empresa buscará hacerse cargo de esas inquietudes.
Compleja reputación
La estatal opera en la zona de Quintero hace tiempo, y al igual que la mayoría de las empresas que tienen instalaciones en ese lugar, la relación con las comunidades no es fácil. El proyecto Nueva Era no ha sido una excepción.
La iniciativa que la estatal desarrollará en conjunto con la japonesa Mitsui (ver recuadro) enfrenta una fuerte oposición. En marzo, el Concejo Municipal de Concón manifestó su rechazo a la instalación de la termoeléctrica y solicitó, incluso, que el proyecto fuera retirado del SEA. Esto, porque, según decían, la termoeléctrica no contaría con el permiso de uso de suelo para instalarse en el lugar.
En ese entonces, el alcalde de Concón, Óscar Surmonte, advirtió que la zona ya está declarada como saturada, y señaló que sería importante que antes de construir nuevas centrales, el Gobierno ejecutara el plan de descontaminación. A fines de enero de este año, también la Contraloría Regional de Valparaíso inició una investigación para aclarar la pertinencia del trámite ambiental del proyecto. Esto, porque Enap ingresó la iniciativa antes de que se aprobara el proyecto de ley que amplió el giro de la petrolera.
Estatal tendría cerca del 20% de centrales
En torno al 20% de la propiedad de los proyectos eléctricos tendría la estatal, según comentan cercanos. En tanto, la japonesa Mitsui gozaría de un porcentaje evidentemente mayoritario en las centrales.
La inversión conjunta de Nueva Era y Luz Minera (en Mejillones) ronda los US$ 1.500 millones, y el negocio eléctrico no es prioritario para la estatal, por lo que habría optado por hacer un plan de inversiones responsable y quedarse con un porcentaje considerablemente menor. Ambos socios todavía evalúan si se presentarán con uno o dos proyectos a las licitaciones.
revistaei.cl
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