Resaltaron que la erosión postincendios forestales arriesga la integridad de los ecosistemas involucrados, reduciendo seriamente la productividad silvoagropecuaria potencial de los sitios
Un grupo de científicos afines a las Ciencias del Suelo de la Universidad Austral de Chile emitió una declaración pública en la que manifiestan su preocupación por “lo ocurrido con la gran superficie afectada por incendios forestales durante el verano de este año en la zona centro-sur del país, puesto que las pérdidas por erosión de suelos, como consecuencia de la eliminación de cubierta vegetal en climas lluviosos, podrían implicar impactos ambientales de gran escala de tiempo (desde décadas a varios siglos), de difícil y muy cara o imposible restauración. En muchos casos, las pérdidas del recurso suelo pueden ser menos reversibles que las ocurridas en flora y fauna a causa de las llamas. La erosión postincendios forestales arriesga la integridad de los ecosistemas involucrados, reduciendo seriamente la productividad silvoagropecuaria potencial de los sitios al tiempo de amenazar la cantidad y calidad del agua disponible en las zonas involucradas”.
En ese contexto, advierten que “el principal factor erosivo es el agua de lluvias, que deberían comenzar muy pronto, este otoño- invierno. Por ello, es urgente dar máxima prioridad a tomar medidas para disminuir la escorrentía y aumentar la cobertura que proteja los suelos a la menor brevedad, independiente de los estudios y discusiones que se requieran sobre la materia para abordar soluciones definitivas al respecto.
Junto con lo anterior, señalan que “considerando que las plantas de vivero en actual existencia en el país alcanzan tan sólo para una pequeña porción de la superficie quemada, que el trasplante requeriría un tiempo mayor de organización y ejecución y que la escala de territorio involucrado demanda soluciones aplicables de gran extensión y en breve plazo, proponemos los siguientes pasos para la protección inmediata del suelo”.
En la declaración pública enumeran una serie de pasos para la protección inmediata del suelo:
- Priorización de suelos a proteger. Dada la gran escala espacial involucrada, se deben acotar las áreas en donde se trabajará la protección, luego de un proceso de selección.
- Cobertura del suelo. El suelo descubierto está expuesto a la energía cinética de la lluvia (impacto físico de las gotas). Por ende, urge proveer una cobertura sobre los suelos que constituya una barrera física protectora de esta acción erosiva, así como elementos que ayuden a la infiltración por aumento de tiempo de permanencia del agua in situ.
- Protección al escurrimiento superficial. El escurrimiento superficial o escorrentía será un factor desencadenante de erosión de suelos y por ende urge reducirlo a través de barreras físicas al avance del agua lluvia en superficie.
De igual forma, señalan que “en el mediano y largo plazo, la prevención es el principal y más efectivo factor a considerar en una estrategia respecto a incendios forestales”. En ese contexto “se debe apuntar al desarrollo de un territorio con mayor heterogeneidad y diversidad de usos, de manera de lograr un paisaje más resiliente frente a eventuales cambios futuros, que al mismo tiempo provea mayor cantidad y diversidad de servicios ecosistémicos tales como provisión de agua, calidad de paisaje y protección de la biodiversidad, entre otros”.
Además, “se requiere avanzar en un ordenamiento territorial con perspectiva de paisaje, siendo esta herramienta una clave para prevenir incendios como los de este verano, así como para reducir los daños y consecuencias en caso de ocurrencia de condiciones similares”.
lignum.cl
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