Los países “verdes” con los estándares de sustentabilidad más altos nos muestran que la prohibición no es el camino a seguir, pues NO genera cambios estructurales, ni en la conducta de la ciudadanía, ni en las inversiones del sector privado
El pasado 14 de enero, y tras una investigación que abarcó los últimos 20 años, el Parlamento Europeo presentó una serie de medidas que buscan enfrentar la convivencia con los residuos plásticos en el medio ambiente.
La resolución expresó que estos elementos ya no deben verse como un mero desecho, sino como un “recurso valioso”, promoviendo su reaprovechamiento, reciclado y recuperación.
Como Asociación de Industriales del Plástico, ASIPLA, hemos desarrollado una fuerte política de reciclaje entre nuestros asociados, lo que nos ha permitido aumentar el uso de material reciclado en un 24% como promedio los últimos 5 años, poniendo especial énfasis en crear soluciones sustentables para la relación de estos elementos y la sociedad.
Desde hace algunos meses hemos visto como diversos actores han abordado el tema de las bolsas de plástico en la sociedad. Compartimos plenamente la preocupación por las bolsas, que mal dispuestas, terminan afectando nuestro entorno, y tenemos que dar una solución como ciudadanos, como gobierno y también como industria. En este sentido los países “verdes” con los estándares de sustentabilidad más altos nos muestran que la prohibición no es el camino a seguir, pues NO genera cambios estructurales, ni en la conducta de la ciudadanía, ni en las inversiones del sector privado. Más aún, la prohibición de las bolsas implica un costo importante para la ciudadanía en términos económicos, sociales, ambientales y de salud.
Si tomamos en cuenta la premisa que las bolsas plásticas son 100% reciclables, que los estudios revelan que una bolsa de polietileno puede reutilizarse hasta 15 veces y que en su último uso pueda ser empleada como bolsa de basura, entendemos que aquí hay un ejemplo claro de algo que se puede hacer y no estamos haciendo.
Chile cuenta con la capacidad instalada y funcionando para reciclar plástico. Existen tres modernas plantas de reciclaje que tienen una capacidad de reciclar más de 15 mil toneladas de plástico al año. Sin embargo, ante la falta de materia prima para reciclar, las empresas chilenas se ven obligadas a importar material desechado desde otros países para elaborar sus productos.
Además, en los próximos meses comenzará a funcionar en Santiago la planta de reciclaje más grande y moderna de Latinoamérica, que tendrá la capacidad de reciclar 12 mil toneladas de plástico al año.
En qué estamos en materia legislativa
En el ámbito legislativo los desafíos que enfrenta el nuevo ministro de Medio Ambiente en materia de residuos necesitan de fuertes apoyos transversales, porque el reciclaje es un tema país, donde se requiere de todos los actores involucrados: Estado, gobiernos locales, sector privado y ciudadanía.
El 2013 se envió al congreso el Proyecto de Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), donde el productor se hace cargo de los residuos asociados a su producto. Esta herramienta, que ha dado amplias muestras de éxito por más de dos décadas en países con realidades muy diversas, se ha fundamentado en forma importante en el papel que la ciudadanía y los municipios han tenido en su implementación, lo que no sucede en el caso chileno con el proyecto de ley tal como está.
Es importante actualizar la legislación del año 79’que permite que el 70% de la población no pague por la recolección de su basura, impidiendo instaurar los incentivos adecuados para el reciclaje (si reciclo no pago y si boto basura me va a costar dinero). Aún más escencial, el que la iniciativa legal excluya la participación de los municipios, limita a la voluntad de éstos la posibilidad de reciclar, porque son los municipios los que tienen la potestad de los residuos y su recolección, dificultando así de paso que los productores puedan cumplir con la REP si los municipios no adhieren a ella.
El actual Gobierno tiene mucho interés en este proyecto de ley, y creemos que efectivamente es un gran avance apoyarlo, pero es necesario hacer las observaciones pertinentes para perfeccionarlo y transformarlo en una iniciativa país, con el fin de generar verdaderamente un cambio cultural que nos lleve a todos hacia una mayor conducta sustentable.
eldinamo.cl
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