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Pablo Badenier, Cristián Franz y Jorge Troncoso se reunieron a analizar los desafíos en sus gestiones. Institucionalidad trabaja por fortalecer el sistema y recuperar la confianza de la sociedad y las empresas

Recuperar la confianza de la sociedad y las empresas en la institucionalidad ambiental es fundamental para el Gobierno. Así lo admiten el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier; el superintendente del sector, Cristián Franz, y el director ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), Jorge Troncoso; quienes se reunieron a evaluar sus gestiones y plantear los principales desafíos en lo que viene.

Todos tienen como objetivo fortalecer la institucionalidad. “La credibilidad fue seriamente dañada en el pasado por las situaciones traumáticas que se vivieron (como Barrancones). Queremos recuperar esa confianza”, señala Franz, quien además advierte que en Chile el nivel de cumplimiento de la normativa ambiental es muy bajo. De hecho, de las casi 15 mil resoluciones de calificación ambiental (RCA) que existen en el sistema, el año pasado fiscalizaron cerca de mil y alrededor del 70% presentó incumplimientos.

Franz indica que el aumento de fiscalizaciones y multas tiene que ver con una superintendencia que se está poniendo en marcha, y dice que esto irá aumentando en el tiempo, hasta que las empresas internalicen un cambio cultural en su conducta.

El ministro Badenier agrega que además hoy los procesos de evaluación ambiental son más exigentes. “El titular tiene hoy la obligación de presentar mejores proyectos. La principal causa de demora de los proyectos que se ingresan es que no se presentan en forma y fondo como el sistema lo requiere”, afirma, y comenta que una mejor presentación por parte de la empresa concluye en un trámite más expedito.

Pero pese a lo importante de la consistencia del contenido, Troncoso añade que es fundamental ingresar los proyectos a evaluación luego de hacer un profundo proceso de socialización con las comunidades, porque esos elementos el SEA no puede resolverlos.

La consolidación de una robusta agenda legislativa es para Badenier su principal logro, puesto que fortalece las políticas ambientales. Entre ellas, una de las más relevantes es la indicación a la ley de glaciares, la que ha sido polémica porque restringe algunas iniciativas mineras. “Es nuestra responsabilidad mejorar los marcos normativos sin pensar en ningún proyecto en particular (…) Puede tener un efecto sobre uno u otro proyecto, pero no lo hacemos pensando en uno u otro”, dice el ministro.

Entre los aspectos más relevantes realizados por la institucionalidad ambiental está la formación de la Comisión Presidencial que reforma el SEA y que prevé entregar su primera propuesta en enero. Allí, adelanta Badenier, se revisarán las tipologías de ingreso al sistema de los proyectos para agilizar el proceso, además de hacer de la RCA un instrumento que acompañe la evolución de las iniciativas de inversión, algo que para la industria es clave, puesto que hoy presenta una rigidez que no es compatible con la realidad.

Entre otras cosas, el Servicio de Evaluación Ambiental junto a la Superintendencia del Medio Ambiente han avanzado en simplificar las RCA, que producto de su lista interminable de exigencias -no todas ambientales-, muchas veces ralentizan y complejizan bastante los procesos. “En la RCA tienen que estar aquellos aspectos que son fiscalizables”, dice Franz, quien se alineó con el SEA para sistematizar el proceso y con ello simplificar luego las fiscalizaciones.

El Mercurio

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